Maravillas by Suave As Hell

La oscuridad se interrumpe en espacios breves con los rayos coloridos de las luces hirvientes. El humo artificial se entremezcla con el vapor sudoroso del público. La música de fondo se calla finalmente y los gritos de bienvenida impiden que suceda el silencio.

Omar Vega se sienta al teclado. Calibra el sonido y acomoda su guitarra recién afinada a un ladito para el momento en que sea necesaria. Desde su asiento, a un costado del escenario se ve al Apache O’Raspi con una manga de cascabeles en la pierna derecha, terminando de afinar su bajo eléctrico y dirigiendo una cálida bienvenida al público asistente por el micrófono. Descalzo, Francisco Atristain ya empuña las baquetas y frunciendo el ceño dirige una mirada severa al público la cual proviene más bien de repasar en la cabeza el tema con que arrancarán.
Finalmente vemos enderezarse del suelo a Juan Pablo Ramírez. Asesta un golpe a las cuerdas de su guitarra para probar el sonido de los pedales que manipulaba en cuclillas y espeta un contundente “Buenas noches. Somos Suave as Hell y esto es ‘You without me’”.

Una introducción pastoral, dulce, soleada, parsimoniosa es con lo que empieza a escurrir sonido de los parlantes.
Los platillos campanean sutilmente marcando la entrada a cada integrante que se va sumando y creciendo la composición hasta “explotar” en la frescura típica Southern California de los setenta.

Brotes de The Kinks, The Who, The Zombies, The Beatles, Bob Dylan, moldean una sicodelia pop folkie echando mano de los sonidos indiepop que han manufacturado con mesura Wilco o Elliott Smith para imprimir la carta de presentación de una banda como no ha dado nuestro país en otro momento.

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