Manantiales by bladebae

Me han diagnosticado una falta de respeto hacia el deber,
un exceso de curiosidad por un cauce que no trae ningún saber.
Yo me acuesto muy temprano y a las dos ya me verán para comer.
Se pasó toda mi vida malsoñada y voy a desaparecer.
Un día me paró un cura por la calle y viendo mi aspecto me dijo:
¿Dónde está tu Putifar, José? Le diste fuga me imagino.
Y yo, sin saber muy bien por qué, lo miré y mi lengua dijo:
El Dios más perfecto es al que un día fue y se le escapó su hijo.

A veces tengo ganas de cantar
en espacios prohibidos:
velatorios, tribunales y oficinas editoriales.
Sucede que me sorprenda con la puerta y no me espere el chasquido,
pero no me conmuevan epopeyas ni tragedias, son todas iguales.
A veces lloro en público
y otras en la soledad me río,
y todo porque me diste a beber
agua de tus manantiales.

Me vienen a buscar varias personas de renombre y de decoro
y yo les enseño por las noches a vaguear como los toros.
De vez en cuando viene alguna vaca a ni pradera y me desplomo.
Y juntos repetimos sinsentidos que le oímos a los loros.
Un día me paró un loco por la calle y viendo mis pintas me dijo:
Creo que me equivoqué de barrio, aquí no cantan los mendigos.
Y yo, sin saber muy bien por qué, lo miré como a un hijo;
le dije que aprendiera a solfear, que Dios le enseñaría el camino.

A veces tengo ganas de cantar sobre temas prohibidos:
tus deseos fabricados, mis olvidos como vendavales.
Algún día por fin alguien me comprenderá y me lanzaré al olvido,
y todas las derrotas desidiosas se harán beatificables.
A veces río sin saber muy bien si estoy o no herido
y todo porque me diste a beber agua de tus manantiales.

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